Portada: Macharaviaya sobre 1920. Foto: Bancroft Library OAC California

sábado, 6 de abril de 2024

Identificando a los Gálvez

El panteón de los Gálvez, en el subsuelo de la iglesia de Macharaviaya, alberga ocho estatuas (nueve si sumamos el busto del marqués de Sonora sobre su tumba) que debieron hacerse por algún escultor local cuyo nombre ignoramos. La identidad de los retratados es con frecuencia objeto de especulación pues en algunos casos, como Miguel o José de Gálvez la identidad es clara, en otras no lo es tanto, y frecuentemente se han cometido errores.

Hoy vamos a identificar cada una de estas estatuas, creo que de forma bastante definitiva, interpretando las insignias y atributos que lleva cada uno (o la ausencia de ellos), la indumentaria, los parecidos con otros retratos y el sentido común.

Podemos deducir, a modo de conclusión, que están representados los dos abuelos, los padres, y los cuatro hermanos Gálvez Gallardo. No hay sin embargo estatua de Bernardo de Gálvez, como tampoco la hay de los dos otros miembros de su generación: sus primas María Josefa y María Rosa de Gálvez.

Hay dos estatuas masculinas que se representan con aspecto más arcaico y tosco, sin llevar peluca, y corresponderían a los dos abuelos de los hermanos Gálvez Gallardo: Francisco de Gálvez Rueda, el paterno, y Matías (Madrid) Gallardo de Eslava, el materno, con el que se criaron. Uno porta un rosario y otro un libro. No tenemos datos para identificar cual es cual, de forma que en los pies de fotos los hemos denominado: abuelo 1 y abuelo 2.

Abuelo 1

Abuelo 2

domingo, 13 de agosto de 2023

María Arias, una mujer de Benaque

En el Archivo Histórico Provincial de Málaga hemos hallado una bonita historia que ilustra sobre la lucha de las mujeres por recobrar sus derechos. María Arias Domínguez, natural y vecina de Benaque, casó con Félix de Rueda Díaz, aportando al matrimonio 8.050 reales en tierras, casa y muebles. Posteriormente la pareja compró diferentes tierras (en la Cañada del Gitano, en el ruedo de Benaque, en la Fuente Baja, en el pago de Basilio, en la Dehesa Baja) y una casa en Benaque donde residían.

El matrimonio no tuvo hijos y el marido presionó a la esposa para que dejaran todos los bienes a los sobrinos de él. Algo a lo que María no estaba dispuesta, así que aprovechó una ausencia del esposo para cambiar su testamento en secreto, el 14 de agosto de 1859.

Ahora que por razón de hallarse aquel ausente aprovecho esta ocasión para formalizar esta cédula.

El testamento no se hace ante notario sino en documento privado, y en él deja el usufructo a su esposo solo durante su vida, y en ausencia de éste será heredero su sobrino don Manuel Arias y Arias;  y deja legados a otros sobrinos: a María de Arias Martín; a María, José y Salvador de Arias Arias; y a los hijos de su hermano Francisco Arias Domínguez.

Como testigos llama a cinco vecinos de Benaque: Antonio Postigo Arias, Antonio del Río Sánchez, Salvador Postigo Rueda, Antonio Arias Sánchez y José Rosado Ruiz,

Rogados por mí se reserve sin darle publicidad hasta que se verifique el fallecimiento de mi marido aun cuando fuese después que el mío por los perjuicios que pudiera acarrearme y porque nunca pueda concebir odio contra mi aun cuando yo sea cadáver por haberme separado de sus instrucciones.

El documento se entrega a su sobrino y heredero don Manuel Arias Arias, vecino de Macharaviaya.

María falleció menos de un mes después de haber dictado su testamento: el 8 de septiembre de 1859. Al año siguiente fallece también en Benaque el esposo, don Félix de Rueda Díaz, el 1 de abril de 1860.

El heredero de doña María solicita que se eleve el testamento privado a escritura pública en Vélez-Málaga el 17 de abril de 1860. Al día siguiente el juzgado de Vélez-Málaga cita a los cinco testigos de la escritura para confirmar su veracidad, lo que nos permite conocer algo más de estos benaqueños que colaboraron con María Arias para que pudiera dictar su voluntad.

Antonio del Río Sánchez, casado, labrador (propietario).
Antonio Arias Sánchez, casado, trabajador del campo.
Antonio Postigo Arias, casado, trabajador del campo.
Salvador Postigo Rueda, soltero, jornalero del campo.
José Rosado Ruiz, casado, jornalero del campo.

Asimismo se cita a dos vecinos de Vélez-Málaga que acreditan la identidad de los testigos: Bernardo Gallardo Fernández y Antonio Molina García.

La partición de bienes entre los herederos de ambos cónyuges se celebra en Macharaviaya el 29 de mayo de 1860.  Comparecen Manuel Arias Arias y los herederos de Félix de Rueda: Diego García Álvarez en representación de su esposa María de Rueda Cabrera; Antonio y Ana de Rueda Díaz; María García Rueda con su marido Francisco Álvarez García; y Ángela de Rueda Cabrera acompañada de su esposo Antonio Alarcón Madrid.

Doña María pudo cumplir su voluntad.

AHPM, Leg. P-5261, ff. 372 a 413v.

Benaque (Archivo Díaz de Escovar/Fundación Unicaja)

lunes, 18 de abril de 2022

Los Ramírez de Velasco

Ya hemos hecho referencia en este blog a la familia Ramírez de Velasco, una familia noble de Macharaviaya que ostentaron el cargo de Alféreces Mayores de Macharaviaya, emparentada con otras grandes familias de la villa: Ortega Montenegro, Cabrera y los propios Gálvez, y que quedó algo oscurecida por el devenir de la historia y porque sus descendientes mutilaron su apellido compuesto para llamarse simplemente Ramírez o Velasco. Ramírez de Velasco, por ejemplo, es el segundo apellido de la dramaturga María Rosa de Gálvez.

Luis Robles Teigeiro ha reunido en su web una amplia genealogía sobre los Ramírez de Velasco más antiguos, fruto de sus investigaciones genealógicas. Esta genealogía parte de Diego Felipe (Ramírez de) Velasco y de su esposa Ana del Castillo, nacidos en el siglo XVII. De allí parte una genealogía para la que el autor ha consultado expedientes matrimoniales en el Archivo Histórico Diocesano y protocolos en el Archivo Histórico Provincial de Málaga.

ENLACE

Buena parte de la descendencia se trasladó a Benajarafe, cuya descendencia ha sido estudiada por otra investigadora, Obdulia Ramírez García, miembro de esta familia, lo que permite ampliar los árboles genealógicos.

domingo, 17 de abril de 2022

José Postigo Acejo, un dramaturgo con ascendencia macharatunga

El periodista Ramón Triviño publica en su blog Málaga y sus historias, una entrada sobre el novelista y dramaturgo José Postigo Acejo. Nacido en Málaga y autor de diversas obras de teatro, falleció en la indigencia:

Málaga y sus historias: el dramaturgo que murió en la indigencia

Luis Robles nos informa sobre la ascendencia macharatunga del malogrado autor, que enterrado en el cementerio de San Miguel de Málaga:

Los padres José Salvador Postigo López y María Dolores Acejo Gómez, contrajeron matrimonio en Málaga en 1857, en la iglesia de los Santos Mártires. Su expediente matrimonial se conserva en el Archivo Diocesano de Málaga.

José Salvador Postigo López, el padre, nació en Chilches el 20 de noviembre de 1825. Y era hijo de Salvador Postigo Postigo, natural de Benaque, y de María López Ramírez, natural de Macharaviaya. Los abuelos paternos eran Francisco Postigo (Arias) y María Postigo (González); abuelos maternos: José López (Escaño) e Inés Ramírez (Gálvez).

La madre del dramaturgo, María Dolores Acejo Gómez, nació en la ciudad de Málaga, el 7 de agosto de 1935.

Sería también un pariente lejano de los famosos Gálvez de Macharaviaya.

miércoles, 16 de febrero de 2022

Clara Gallardo Odales, la hija mulata de un macharatungo

TEXTO E IMÁGENES DE DAVID SÁNCHEZ

Decía Penélope Riley que “el viaje no es el destino, sino los contratiempos y recuerdos que descubres durante el camino”. Yo estoy en la actualidad jubilado, pero ya quedando lejos mi infancia, aún recuerdo cuando mi padre, ya fallecido, dejó en mi memoria la semilla que me hizo emprender el camino hacia su/mi genealogía. “Parte de nuestra familia procede de Cuba”, me dijo, “me crió mi tía Lola Sánchez Gallardo cuando quedé huérfano a los 2 años” y “al venir la familia a Málaga desde Cuba dejaron allá un tío alcalde de Cienfuegos”, afirmaba. Desde entonces, cientos de hipótesis, unas confirmadas y otras por corroborar, me han enriquecido como pocos aprendizajes en la vida y han conformado notoriamente mi forma de sentir y pensar. Y me consta que también a gran parte de mi familia.

Así fue cómo la partida de nacimiento de mi abuelo, Justo Sánchez Gallardo, nacido en 1890, me hizo descubrir el nombre de mi tatarabuelo macharatungo, Bernardo Gallardo Cabrera. Hay tres vías principales por las que indagar y sondear en nuestras genealogías.

En primer lugar está el de los certificados, registros y publicaciones. Por estos documentos llegué a conocer los nombres de mis otros tres tatarabuelos, Amalia Odales, Damián Sánchez y Concepción Ayala, nacidos en La Habana. Efectivamente, carecían de segundo apellido, como era costumbre en todos los esclavos libertos por el Reino de España. Y sus primeros apellidos, solían corresponderse con los del amo que los liberaba, muy lejos de sus auténticos apellidos familiares africanos. “Así que en verdad no tengo la sangre Sánchez de mi apellido”, me dije para mí mismo alcanzando la primera de las verdades a las que me condujo mi búsqueda, amén de saber que ese apellido correspondía al hacendado o amo que libertó  a mi tatarabuelo Damián. Mi bisabuela, a la que llamaron graciosamente “Clara” Gallardo Odales, cuando por todos es conocido que la primera generación mestiza del cruce entre raza blanca y raza negra, tira mucho más hacia lo oscuro, nació ya en Vélez-Málaga. Y mi abuelo terminó  recabando en Málaga capital, donde reside principalmente mi familia en la actualidad y con una extensa descendencia, entre ellos, un tío mío Campeón de España de boxeo. Calculo que habré leído más de 500 nombres, con sus apellidos, correspondientes a la época en que nació mi tatarabuelo o a sus descendencias sin hasta el momento haber tenido éxito alguno. Con el tiempo uno duda en si hubo un fallo en el registro o si lo escrito solo fue un invención de algún familiar. Y en ese estado de incertidumbre estuve hasta que emprendí hace tras años la segunda vía, la de la prueba genética.

La prueba genética, además de confirmar la presencia en mi ser de un 18% de ADN africano que lo sitúan en Benín o Nigeria, te ofrece cientos de coincidencias genéticas, personas con las que compartes pequeñas porciones de cromosomas que de forma testaruda se replicaron de padres y madres a sus descendientes. En algunos casos te indican que la coincidencia es poco significativa y puede ser casual, pero en otros es tan notoria que debe concluirse presencia de antepasados comunes. Yo buscaba contactar con alguno de ellos descendientes de mi familia africana. Aún no he llegado a hacerlo (pocas personas cubanas o africanas realizan este tipo de test) pero, la sorpresa fue conocer a otros descendientes de Macharaviaya con apellidos antepasados Gallardo y/o Cabrera. Está claro que son mis parientes lejanos, parte del legado de mi tatarabuelo macharatungo. Son gente amabilísima y, nunca mejor dicho, muy familiar. Federico reside en Chile, Helene en Francia, Judy en Estados Unidos (pero curiosamente su familia se formó en Matanzas, Cuba) y Elena o Encarni, en Málaga y Mijas, respetivamente. Cariñosamente en ocasiones utilizamos el término de primos. Aún no he llegado, pero creo estar cerca de esos antepasados, especialmente Gallardo, familiares de mi tatarabuelo.


Y luego está la tercera vía, la tradición oral. Mi padre ya falleció, pero mi madre, con una excelente memoria a sus 92 años, recuerda muchas conversaciones de historias vividas por mi familia. A través de ellas y de lo dicho por tíos y primos, sé que mi tatarabuelo estaba relacionado con los Gálvez de Macharaviaya, que disponía de cierto confort económico y de posesiones, que él o su familia trajo de Cuba a un pequeño grupo de libertos que trabajaban viñedos y libertas que servían en las casas, y que, pese a que probablemente tuvo oficialmente alguna otra esposa, nunca desprotegió a mi tatarabuela dándole cobijo y futuro. El resultado es una familia numerosa y próspera afincada en Málaga, con niveles de estudios universitarios, muy concienciada y agradecida a sus antepasados y defensora de la tolerancia y el mestizaje.

Por todo ello, Bernardo Gallardo Cabrera, macharatungo tatarabuelo mío, gracias. Si alguna vez abrigó tu mente el sueño de integración y prosperidad en tu familia africana, felicidades, lo has conseguido. Yo y este post, somos la prueba.

sábado, 13 de noviembre de 2021

Fernando de Cabrera y Peinado, Corregidor de Quispicanchi

MACHARATUNGOS Y PARIENTES A AMÉRICA (6)

No todos los parientes de los Gálvez enviados a América tuvieron suerte. El caso más dramático es el de Fernando de Cabrera y Peinado, natural de Macharaviaya y primo segundo de los famosos Gálvez.

El general Fernando de Cabrera era hermano de Clemente de Cabrera y Peinado, regidor perpetuo de Vélez-Málaga, y tío por lo tanto de José de Cabrera y Ramírez, esposo de María Rosa de Gálvez. Fue nombrado Corregidor de Quispicanchi, en el Virreinato del Perú.

En noviembre de 1780 tuvieron noticia en Cuzco de la revuelta del cacique indio Josef Gabriel Tupac Amaru, que reclamaba el fin de determinados impuestos y un mejor trato social a los indígenas. Se formó un ejército realista para sofocar la sublevación, formado por unos 800 hombres armados, entre tropas a las órdenes del capitán Tiburcio Landa, las de Fernando de Cabrera, e indios fieles a la Corona.

Con gran imprudencia se aposentaron en la iglesia de la localidad de Sangarará descuidando una colina vecina por pensar que insurrectos habían huido. Sitiados por los indios, recibieron una auténtica lluvia de piedras que les impidieron salir a la iglesia ni usar los fusiles y las espadas. Tras prender los rebeldes fuego a la iglesia, los realistas que no perecieron abrasados, murieron al salir apedreados o alanceados.

Iglesia de Sangarará (Perú) donde perdió
la vida el macharatungo Fernando de Cabrera

Las crónicas cuentan que Tupac Amaru, viendo el cadáver de Fernando de Cabrera, le dió con el pie en la cabeza diciendo: "Este por cabeza dura se ve de éste modo", frase que pronunció por haberse negado Cabrera a rendirse horas antes.

La revuelta concluyó al año siguiente con la derrota y la ejecución de Tupac Amaru y sus principales partidarios. Hoy en día se le considera un precursor de la independencia de Perú y de toda Hispanoamérica.

Agradezco a Luis Robles las noticias sobre Fernando de Cabrera y Peinado.

martes, 7 de septiembre de 2021

Bernardo Madrid, Administrador de Alcabalas de Guatemala

 MACHARATUNGOS Y PARIENTES A AMÉRICA (5)

El libro El círculo de los Gálvez, de Manuel Hernández González, nos pone sobre la pista de otro pariente de los Gálvez que recibe un alto cargo en ultramar. Se trata de don Bernardo Madrid (o de Madrid), que  embarca como Administrador General de Alcabalas y Barlovento de Guatemala, acompañado de su mujer Ana Cabrera, de su hija María Madrid, de sus sobrinos Antonia Monterroso y don Antonio Cabrera, y de su secretario Juan de Allande.

Su nombramiento había venido anunciado en la Gaceta de Madrid de 7 de mayo de 1776.

Don Bernardo fue uno de los fundadores de la Sociedad Económica de Amigos del País de Guatemala.

Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

Publicó asimismo la descripción de las honras fúnebres que en Guatemala se celebraron en honor al virrey Matías de Gálvez "manifestando al mundo lo mucho que le debió a su Excmo. Amigo y Señor", y en las que Madrid compareció como uno de los deudos.